miércoles, 21 de abril de 2010

La vista de los gatos.


Sin dudas mirar a los ojos de un gato puede resultar atrapante.
Los hay de variados colores, mezcladitos, celestes, verdes, amarronados, negros.
Mirar a un gato a los ojos siempre tiene respuesta. Pero ¿cómo ve un gato?

Su ojo posee una capa llamada tapetum lucidum (alfombra brillante) que al permitirle una mayor absorción de luz hace que en la oscuridad vea entre 5 y 6 veces más que nosotros·


El ser humano carece de esta capa, exclusiva de los gatos y otros mamíferos nocturnos.

Cuando la luz es excesiva las pupilas se contraen verticalmente hasta llegar a convertirse en una estrechísima ranura, la contracción de nuestras pupilas se hace en puntos circulares

La proporción en el ojo del gato es de entre 20 y 35 bastones (células sencibles que registran la luz) por cada cono (registran el color).



La cantidad de conos y bastones que tiene hacen que el ojo enfoque muy bien, pero con una mala “acomodación” a los cambios.

Su mala “acomodación” hace que tenga dificultad para ver objetos inmóviles.

La visión del gato es óptima entre 2 y 6 metros.

Su visión tridimensional es mejor que la de otros mamíferos pero peor que la del hombre.

Tiene un “tercer” párpado: la membrana nictitante (al igual que los pájaros). Es translúcida y sirve para limpiar y proteger el ojo de posibles rasgaduras o arañazos.

No aprecian todos los colores. Tienen conos sensibles al verde y al azul.
Su ojo es como el “gran angular” de una cámara fotográfica.
Cada ojo tiene un ángulo de visión de 205º
¿Lo sabías?
(investigado en la red)

El por qué de que algunos estén sentados

LECCIONES DE LAS GRANDES EMPRESAS

Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada en todo el día.


Un conejito lo vió y le preguntó:
“¿Puedo sentarme como tú sin hacer nada todo el día?”

El cuervo respondió: “Claro, ¿Por qué no?”
Así que el conejito se sentó en el suelo, bajo el árbol, y descansó.

De repente, apareció un zorro que saltó sobre el conejo… y se lo comió.

Moraleja de esta historia:


Para pasarte el día sentado, sin hacer absolutamente nada,

debes estar sentado … muy, muy arriba.



La frase para meditar del día


miércoles, 21 de abril de 2010

La vista de los gatos.


Sin dudas mirar a los ojos de un gato puede resultar atrapante.
Los hay de variados colores, mezcladitos, celestes, verdes, amarronados, negros.
Mirar a un gato a los ojos siempre tiene respuesta. Pero ¿cómo ve un gato?

Su ojo posee una capa llamada tapetum lucidum (alfombra brillante) que al permitirle una mayor absorción de luz hace que en la oscuridad vea entre 5 y 6 veces más que nosotros·


El ser humano carece de esta capa, exclusiva de los gatos y otros mamíferos nocturnos.

Cuando la luz es excesiva las pupilas se contraen verticalmente hasta llegar a convertirse en una estrechísima ranura, la contracción de nuestras pupilas se hace en puntos circulares

La proporción en el ojo del gato es de entre 20 y 35 bastones (células sencibles que registran la luz) por cada cono (registran el color).



La cantidad de conos y bastones que tiene hacen que el ojo enfoque muy bien, pero con una mala “acomodación” a los cambios.

Su mala “acomodación” hace que tenga dificultad para ver objetos inmóviles.

La visión del gato es óptima entre 2 y 6 metros.

Su visión tridimensional es mejor que la de otros mamíferos pero peor que la del hombre.

Tiene un “tercer” párpado: la membrana nictitante (al igual que los pájaros). Es translúcida y sirve para limpiar y proteger el ojo de posibles rasgaduras o arañazos.

No aprecian todos los colores. Tienen conos sensibles al verde y al azul.
Su ojo es como el “gran angular” de una cámara fotográfica.
Cada ojo tiene un ángulo de visión de 205º
¿Lo sabías?
(investigado en la red)

El por qué de que algunos estén sentados

LECCIONES DE LAS GRANDES EMPRESAS

Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin hacer nada en todo el día.


Un conejito lo vió y le preguntó:
“¿Puedo sentarme como tú sin hacer nada todo el día?”

El cuervo respondió: “Claro, ¿Por qué no?”
Así que el conejito se sentó en el suelo, bajo el árbol, y descansó.

De repente, apareció un zorro que saltó sobre el conejo… y se lo comió.

Moraleja de esta historia:


Para pasarte el día sentado, sin hacer absolutamente nada,

debes estar sentado … muy, muy arriba.



La frase para meditar del día