jueves, 29 de julio de 2010

Detectemos a los mentirosos

Los seres humanos tenemos una inclinación natural hacia la deshonestidad.
Pero hay una buena razón para ello: ser capaz de manipular las expectativas de aquellos que nos rodean es un rasgo de supervivencia fundamental para los seres sociales como nosotros.

De hecho, un estudio realizado en 1999 demostró que los chicos más populares eran los mentirosos más efectivos.

Simplemente porque seamos gente honesta no quiere decir que con algo de práctica y tenacidad no podamos convertirnos en buenos mentirosos. Obvio es ironía.

A continuación, una lista con las técnicas que usan los mejores mentirosos para maximizar su efectividad. Por si acaso: esta información es ofrecida como una forma de ayudar a detectar la mentira, y no para que mejores tus mentiras. Te lo decimos con honestidad.

Ten una razón
Las cárceles están llenas de malos mentirosos. Los buenos mentirosos están afuera, manejando autos de alta gama.

Entonces, ¿cuál es la gran diferencia? Básicamente, el truco es mentir tan poco como sea posible; únicamente cuando tienes algo que ganar.

Los mentirosos patológicos no pueden evitar mentir una y otra vez, y entonces dicen un montón de mentiras y terminan siendo descubiertos.


Los verdaderos expertos, en cambio, conservan sus municiones.
Efectivamente, ellos no van a usarlas a menos que al hacerlo consigan algo verdaderamente anhelado.

Realiza un trabajo de base
No esperes a estar bajo la lámpara del interrogatorio para comenzar a armar tu historia.

Un estudio realizado en 1990 evidenció que los mentirosos que trabajaban los detalles de sus historias con anticipación tenían un éxito significativamente mayor que aquellos que no lo hacían. Como en todos los ámbitos, la práctica hace la perfección.

Es más fácil descubrir a alguien que miente si no ha hecho su trabajo de base.
Di la verdad, pero cambiada
Las mentiras más difíciles de descubrir son aquellas que, de hecho, no son mentiras.
Estás diciendo la verdad, pero de una forma que deja una falsa impresión.
Técnicamente se trata de prevaricación, algo como una verdad a medias.

Un estudio de 1990 sobre mentirosos patológicos descubrió que aquellos que podían evitar los interrogatorios eran mucho más exitosos en sus mentiras.

Conoce tu objetivo
Los buenos mentirosos tienen algo en común con los buenos comunicadores: la capacidad de meterse en la cabeza del oyente. La empatía no sólo te orienta en lo que el sujeto quiere oír, sino que te ayuda a evitar pisar esas zonas fangosas que pueden disparar sospechas.

Para hacer creíble una mentira, necesitas tener en cuenta la perspectiva de tu objetivo.
Debes saber lo que ellos saben. Estar al tanto de sus intereses y actividades, y así podrás cubrir todos tus pasos.

Sé consistente
Uno de los mayores obstáculos para lograr una buena mentira es que hay que trabajar duro. Esto quiere decir que se deben trabajar los detalles, hacer anotaciones de ser necesario. “una de las cosas que suele descubrir a un mentiroso es el hecho de dar información diferente a personas diferentes, quienes luego comienzan a hablar y a comparar notas.


Básicamente: No dejes de mirar a la persona a los ojos. Una mirada penetrante y examinadora es difícil de sostener y puede llevarte a un buen descubrimiento.

La frase para mediar del día.


jueves, 29 de julio de 2010

Detectemos a los mentirosos

Los seres humanos tenemos una inclinación natural hacia la deshonestidad.
Pero hay una buena razón para ello: ser capaz de manipular las expectativas de aquellos que nos rodean es un rasgo de supervivencia fundamental para los seres sociales como nosotros.

De hecho, un estudio realizado en 1999 demostró que los chicos más populares eran los mentirosos más efectivos.

Simplemente porque seamos gente honesta no quiere decir que con algo de práctica y tenacidad no podamos convertirnos en buenos mentirosos. Obvio es ironía.

A continuación, una lista con las técnicas que usan los mejores mentirosos para maximizar su efectividad. Por si acaso: esta información es ofrecida como una forma de ayudar a detectar la mentira, y no para que mejores tus mentiras. Te lo decimos con honestidad.

Ten una razón
Las cárceles están llenas de malos mentirosos. Los buenos mentirosos están afuera, manejando autos de alta gama.

Entonces, ¿cuál es la gran diferencia? Básicamente, el truco es mentir tan poco como sea posible; únicamente cuando tienes algo que ganar.

Los mentirosos patológicos no pueden evitar mentir una y otra vez, y entonces dicen un montón de mentiras y terminan siendo descubiertos.


Los verdaderos expertos, en cambio, conservan sus municiones.
Efectivamente, ellos no van a usarlas a menos que al hacerlo consigan algo verdaderamente anhelado.

Realiza un trabajo de base
No esperes a estar bajo la lámpara del interrogatorio para comenzar a armar tu historia.

Un estudio realizado en 1990 evidenció que los mentirosos que trabajaban los detalles de sus historias con anticipación tenían un éxito significativamente mayor que aquellos que no lo hacían. Como en todos los ámbitos, la práctica hace la perfección.

Es más fácil descubrir a alguien que miente si no ha hecho su trabajo de base.
Di la verdad, pero cambiada
Las mentiras más difíciles de descubrir son aquellas que, de hecho, no son mentiras.
Estás diciendo la verdad, pero de una forma que deja una falsa impresión.
Técnicamente se trata de prevaricación, algo como una verdad a medias.

Un estudio de 1990 sobre mentirosos patológicos descubrió que aquellos que podían evitar los interrogatorios eran mucho más exitosos en sus mentiras.

Conoce tu objetivo
Los buenos mentirosos tienen algo en común con los buenos comunicadores: la capacidad de meterse en la cabeza del oyente. La empatía no sólo te orienta en lo que el sujeto quiere oír, sino que te ayuda a evitar pisar esas zonas fangosas que pueden disparar sospechas.

Para hacer creíble una mentira, necesitas tener en cuenta la perspectiva de tu objetivo.
Debes saber lo que ellos saben. Estar al tanto de sus intereses y actividades, y así podrás cubrir todos tus pasos.

Sé consistente
Uno de los mayores obstáculos para lograr una buena mentira es que hay que trabajar duro. Esto quiere decir que se deben trabajar los detalles, hacer anotaciones de ser necesario. “una de las cosas que suele descubrir a un mentiroso es el hecho de dar información diferente a personas diferentes, quienes luego comienzan a hablar y a comparar notas.


Básicamente: No dejes de mirar a la persona a los ojos. Una mirada penetrante y examinadora es difícil de sostener y puede llevarte a un buen descubrimiento.

La frase para mediar del día.