lunes, 13 de diciembre de 2010
No te enojes tan rápido
Todos los estudiantes de un colegio en Florida -2550 en total- estaban en problemas.
Un sistema de mensajes notificó a cada uno de los padres que su hijo (o hijos) quedarían castigados ese fin de semana por mal comportamiento
Un sistema de mensajes notificó a cada uno de los padres que su hijo (o hijos) quedarían castigados ese fin de semana por mal comportamiento
Muchos niños alegaron su inocencia, pero algunos padres de todas maneras impusieron el castigo.
Una madre, Amy, admitió que le gritó a su hijo y se aseguró que éste se presentara en el colegio el sábado para recibir su castigo.
Para alivio de 2534 niños y vergüenza de algunos padres, se descubrió que el mensaje automático había sido enviado por error a todo el cuerpo estudiantil, ¡cuando en realidad sólo 16 estudiantes merecían el castigo Amy se sintió tan mal por no haber escuchado y creído a su hijo que esa mañana lo invitó a desayunar fuera.
Todos tenemos historias que contar acerca de circunstancias que nos han mostrado nuestra necesidad de escuchar antes de hablar. Somos naturalmente tentados a hacer juicios rápidos y a reaccionar con ira.
¿Que tal si seguimos este consejo?:
"Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, lento para enojarse"
Santiago 1:19
Tenelo presente para esta semana, sin dudas lo vamos a necesitar.
♣♣♣♣♣♣
La frase para meditar del día
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lunes, 13 de diciembre de 2010
No te enojes tan rápido
Todos los estudiantes de un colegio en Florida -2550 en total- estaban en problemas.
Un sistema de mensajes notificó a cada uno de los padres que su hijo (o hijos) quedarían castigados ese fin de semana por mal comportamiento
Un sistema de mensajes notificó a cada uno de los padres que su hijo (o hijos) quedarían castigados ese fin de semana por mal comportamiento
Muchos niños alegaron su inocencia, pero algunos padres de todas maneras impusieron el castigo.
Una madre, Amy, admitió que le gritó a su hijo y se aseguró que éste se presentara en el colegio el sábado para recibir su castigo.
Para alivio de 2534 niños y vergüenza de algunos padres, se descubrió que el mensaje automático había sido enviado por error a todo el cuerpo estudiantil, ¡cuando en realidad sólo 16 estudiantes merecían el castigo Amy se sintió tan mal por no haber escuchado y creído a su hijo que esa mañana lo invitó a desayunar fuera.
Todos tenemos historias que contar acerca de circunstancias que nos han mostrado nuestra necesidad de escuchar antes de hablar. Somos naturalmente tentados a hacer juicios rápidos y a reaccionar con ira.
¿Que tal si seguimos este consejo?:
"Todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, lento para enojarse"
Santiago 1:19
Tenelo presente para esta semana, sin dudas lo vamos a necesitar.
♣♣♣♣♣♣
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