
Un niño estaba intentando conseguir una parte en una obra en la escuela.
Su mamá contaba que el niño había puesto su corazón en ello y ella temía que no fuera elegido.
El día que las partes de la obra fueron repartidas, estaba en la escuela.
El niño salió corriendo con los ojos brillantes, con orgullo y emoción.
"Adivina qué mamá" gritó y luego dijo las palabras que permanecerán como una lección para mí:
Su mamá contaba que el niño había puesto su corazón en ello y ella temía que no fuera elegido.
El día que las partes de la obra fueron repartidas, estaba en la escuela.
El niño salió corriendo con los ojos brillantes, con orgullo y emoción.
"Adivina qué mamá" gritó y luego dijo las palabras que permanecerán como una lección para mí:
"He sido elegido para aplaudir y animar".
¿Cómo te sentirías si tu hijo te deijiera estas palablas?
¿Pensarías: "Qué poco valoran a mi hijo"?
¿Menospreciarías a los demás niños que sí actuarían?
¿Enfrentarías a los docentes pidiendo cuentas sobre el reparto de papeles?
¿Felicitarías a los docentes por despertar en tu hijo "pasión" aún en una tarea tan simple?