jueves, 25 de noviembre de 2010

Una palabra que dignifica.

Suele decírsele a los niños que las palabras mágicas son por favor y gracias. Si bien son palabras hermosas, Sir William Osler se inclina hacia otro término:


Aunque es cortita, la palabra principal encierra un enorme significado. Es el Ábrete Sésamo de cualquier puerta, el que equipara a todo el mundo, la verdadera piedra filosofal que es capaz de convertir todo el metal de la humanidad en oro. Transforma al torpe en capaz, al capaz en brillante y perpetúa la brillantez en el estudioso.


Si atesoras la palabra mágica en tu corazón, todas las cosas son posibles, y sin ella, todo estudio es vanidad y desconcierto.

Los milagros de la vida se logran con ella; el ciego puede ver por el tacto, el sordo oír con sus ojos y el mudo hablar con las manos.

Al joven le brinda esperanza, al adulto, confianza y al anciano reposo.


Es el verdadero bálsamo para las mentes dañadas.
En su presencia, el corazón del abatido ilumina y consuela.
No solo es la base del progreso sino que es la medida del éxito cotidiano...

La palabra suprema es: trabajo.






En este día elija trabajar con gratitud y no refunfuñando.
El trabajo es necesario para mantener cualquier cosa de valor duradero.




Fuente: renuevodeplenitud.com

La frase para meditar del día

jueves, 25 de noviembre de 2010

Una palabra que dignifica.

Suele decírsele a los niños que las palabras mágicas son por favor y gracias. Si bien son palabras hermosas, Sir William Osler se inclina hacia otro término:


Aunque es cortita, la palabra principal encierra un enorme significado. Es el Ábrete Sésamo de cualquier puerta, el que equipara a todo el mundo, la verdadera piedra filosofal que es capaz de convertir todo el metal de la humanidad en oro. Transforma al torpe en capaz, al capaz en brillante y perpetúa la brillantez en el estudioso.


Si atesoras la palabra mágica en tu corazón, todas las cosas son posibles, y sin ella, todo estudio es vanidad y desconcierto.

Los milagros de la vida se logran con ella; el ciego puede ver por el tacto, el sordo oír con sus ojos y el mudo hablar con las manos.

Al joven le brinda esperanza, al adulto, confianza y al anciano reposo.


Es el verdadero bálsamo para las mentes dañadas.
En su presencia, el corazón del abatido ilumina y consuela.
No solo es la base del progreso sino que es la medida del éxito cotidiano...

La palabra suprema es: trabajo.






En este día elija trabajar con gratitud y no refunfuñando.
El trabajo es necesario para mantener cualquier cosa de valor duradero.




Fuente: renuevodeplenitud.com

La frase para meditar del día