martes, 28 de abril de 2009

Te gusta masticar chicle?

El chicle tiene su origen en una resina natural que se extrae del árbol llamado Chicozapote, nombre extraño si los hay, de las zonas tropicales de América. Se dice que fue utilizado por los Mayas y los Aztecas para la limpieza de sus dientes, engañar al estómago un rato o aliviar la sed. Thomas Adams, es considerado como el "Inventor" del chicle, tuvo la idea de utilizarlo como sustituyo del caucho y por consejo de un amigo como sustituto de la parafina, que era lo que masticaqban los jóvenes. En el año 1869 obtuvo la licencia para comercializarlo como goma de mascar. En 1875 tuvo la idea de mezclarle jarabe para mejorar su sabor.

Hoy en día la cantidad de chicles que ofrece el mercado es impresionante, los hay de gustos y sabores más variados, rellenos y sin azúcar. En tabletas o en forma de pastillas. "Yo de chica amaba los Chicles Fort que eran un caramelo duro que masticabas y escondía el chicle, también la máquina que te daba un chicle bolita a cambio de una moneda."

Eso sí nuestros dientes sufren la masticación de los mismos y muchas veces hasta levantan los arreglos hechos por el dentista. Así que si te gusta masticar chicle, busca uno que sea blando y no lo hagas por demasiado tiempo.



A cualquiera le puede pasar.

martes, 28 de abril de 2009

Te gusta masticar chicle?

El chicle tiene su origen en una resina natural que se extrae del árbol llamado Chicozapote, nombre extraño si los hay, de las zonas tropicales de América. Se dice que fue utilizado por los Mayas y los Aztecas para la limpieza de sus dientes, engañar al estómago un rato o aliviar la sed. Thomas Adams, es considerado como el "Inventor" del chicle, tuvo la idea de utilizarlo como sustituyo del caucho y por consejo de un amigo como sustituto de la parafina, que era lo que masticaqban los jóvenes. En el año 1869 obtuvo la licencia para comercializarlo como goma de mascar. En 1875 tuvo la idea de mezclarle jarabe para mejorar su sabor.

Hoy en día la cantidad de chicles que ofrece el mercado es impresionante, los hay de gustos y sabores más variados, rellenos y sin azúcar. En tabletas o en forma de pastillas. "Yo de chica amaba los Chicles Fort que eran un caramelo duro que masticabas y escondía el chicle, también la máquina que te daba un chicle bolita a cambio de una moneda."

Eso sí nuestros dientes sufren la masticación de los mismos y muchas veces hasta levantan los arreglos hechos por el dentista. Así que si te gusta masticar chicle, busca uno que sea blando y no lo hagas por demasiado tiempo.



A cualquiera le puede pasar.