sábado, 31 de julio de 2010

Las Endorfinas

Conversando con una amiga Bloguer tocamos el tema de las endorfinas y como todos sabemos un poco y nada a la vez, algunos más, otros menos, busqué un artículo que lo aclara un poco.

"Las endorfinas recompensan lo que es bueno para la salud, el bienestar y la armonía, o el mantenimiento de la especie: el amor, el sexo, la lactancia materna, comer.

Es un sistema que premia la “creación de lazos” ya sean amorosos, amistosos, familiares o sociales.

E una investigación sobre las drogas, cuando se observó que el opio, la morfina o la heroína producían sus efectos tras encajar en unos receptores específicos en las células. Pero dado que el organismo no tiene receptores más que para lo que produce, un equipo de investigadores intuyó la existencia de sustancias internas similares a estas drogas.
La investigación dio como fruto el descubrimiento de unas proteínas, las endorfinas (“endo-morfinas”), responsables de las sensaciones de bienestar, placidez, alegría, placer, ganas de vivir. Es el sustrato bioquímico de la “sal de la vida”.

Se trata de un sistema de adaptación que amortigua el dolor: sin ellas un simple roce sería doloroso por eso el ejercicio físico incrementa su producción.

Pero también recompensa lo que es bueno para la salud, el bienestar y la armonía, o el mantenimiento de la especie: el amor, el sexo, la lactancia materna, comer.
Es un sistema que premia la “creación de lazos” ya sean amorosos, amistosos, familiares o sociales. El contacto piel con piel aumenta su producción: es la base del “sana sanita” con las madres “curan” a sus niños.
La sensación de euforia del enamoramiento o el estado de bienestar tras el orgasmo son ejemplos de un “pico” en la producción de endorfinas. A ellas se debe el placer que produce la contemplación de la belleza, el contacto con la naturaleza, la risa.

Su potente influencia sobre el sistema inmunitario explica el efecto placebo, y ayuda a comprender por qué los estados depresivos favorecen las enfermedades.

Los leucocitos son extremadamente sensibles a las endorfinas, para las cuales tienen receptores específicos. Las endorfinas aumentan la producción y eficacia de las células T killer, que mantienen a raya virus, bacterias y células cancerosas y también estimulan la síntesis de antioxidantes endógenos.

Su secreción es continua, pero está sujeta a influencias. Se favorece por un estado mental relajado y receptivo, lo que se conoce como estado alfa, pero disminuye en estado beta: tenso y mentalmente activo.

Esto explica por qué un estrés excesivo y mantenido no sólo impide disfrutar de la vida: también promueve la enfermedad. Pero la cualidad del estrés también es determinante, y en eso juega un papel importante la motivación

¿CÓMO PODEMOS AUMENTAR NUESTRAS ENDORFINAS?
Una vez nos queda claro que las endorfinas las producimos de modo natural y beneficioso, y que el estrés y la fatiga que genera el ejercicio físico las “crea”.

¿Pero, de que otras maneras podemos generar endorfinas?

He aquí algunas ideas:
- Riendo.
- En contacto con la naturaleza.
- Escuchando música.
- Realizando ejercicios.
- Recordando buenos momentos del pasado.
- Imaginando situaciones agradables.
- Descansando o durmiendo.
- Practicando sexo.
- Con el dolor: El cuerpo es capaz de producir un “contradolor” como respuesta para mitigar el efecto de un dolor mayor.
- Corriendo o practicando cualquier tipo de ejercicio. "


Leido en: www.infoesteticaysalud.com.ar/



Un poco de humor, solo un poco







La frase para meditar del día.


sábado, 31 de julio de 2010

Las Endorfinas

Conversando con una amiga Bloguer tocamos el tema de las endorfinas y como todos sabemos un poco y nada a la vez, algunos más, otros menos, busqué un artículo que lo aclara un poco.

"Las endorfinas recompensan lo que es bueno para la salud, el bienestar y la armonía, o el mantenimiento de la especie: el amor, el sexo, la lactancia materna, comer.

Es un sistema que premia la “creación de lazos” ya sean amorosos, amistosos, familiares o sociales.

E una investigación sobre las drogas, cuando se observó que el opio, la morfina o la heroína producían sus efectos tras encajar en unos receptores específicos en las células. Pero dado que el organismo no tiene receptores más que para lo que produce, un equipo de investigadores intuyó la existencia de sustancias internas similares a estas drogas.
La investigación dio como fruto el descubrimiento de unas proteínas, las endorfinas (“endo-morfinas”), responsables de las sensaciones de bienestar, placidez, alegría, placer, ganas de vivir. Es el sustrato bioquímico de la “sal de la vida”.

Se trata de un sistema de adaptación que amortigua el dolor: sin ellas un simple roce sería doloroso por eso el ejercicio físico incrementa su producción.

Pero también recompensa lo que es bueno para la salud, el bienestar y la armonía, o el mantenimiento de la especie: el amor, el sexo, la lactancia materna, comer.
Es un sistema que premia la “creación de lazos” ya sean amorosos, amistosos, familiares o sociales. El contacto piel con piel aumenta su producción: es la base del “sana sanita” con las madres “curan” a sus niños.
La sensación de euforia del enamoramiento o el estado de bienestar tras el orgasmo son ejemplos de un “pico” en la producción de endorfinas. A ellas se debe el placer que produce la contemplación de la belleza, el contacto con la naturaleza, la risa.

Su potente influencia sobre el sistema inmunitario explica el efecto placebo, y ayuda a comprender por qué los estados depresivos favorecen las enfermedades.

Los leucocitos son extremadamente sensibles a las endorfinas, para las cuales tienen receptores específicos. Las endorfinas aumentan la producción y eficacia de las células T killer, que mantienen a raya virus, bacterias y células cancerosas y también estimulan la síntesis de antioxidantes endógenos.

Su secreción es continua, pero está sujeta a influencias. Se favorece por un estado mental relajado y receptivo, lo que se conoce como estado alfa, pero disminuye en estado beta: tenso y mentalmente activo.

Esto explica por qué un estrés excesivo y mantenido no sólo impide disfrutar de la vida: también promueve la enfermedad. Pero la cualidad del estrés también es determinante, y en eso juega un papel importante la motivación

¿CÓMO PODEMOS AUMENTAR NUESTRAS ENDORFINAS?
Una vez nos queda claro que las endorfinas las producimos de modo natural y beneficioso, y que el estrés y la fatiga que genera el ejercicio físico las “crea”.

¿Pero, de que otras maneras podemos generar endorfinas?

He aquí algunas ideas:
- Riendo.
- En contacto con la naturaleza.
- Escuchando música.
- Realizando ejercicios.
- Recordando buenos momentos del pasado.
- Imaginando situaciones agradables.
- Descansando o durmiendo.
- Practicando sexo.
- Con el dolor: El cuerpo es capaz de producir un “contradolor” como respuesta para mitigar el efecto de un dolor mayor.
- Corriendo o practicando cualquier tipo de ejercicio. "


Leido en: www.infoesteticaysalud.com.ar/



Un poco de humor, solo un poco







La frase para meditar del día.