miércoles, 23 de septiembre de 2009

Las mascotas como terapeutica.

Cuando encuentro notas que describe aquello que quiero explicar y por falta de expresión o vocabulario, no puedo, no tardo en leerlas y compartirlas. Esta nota es un ejemplo de ello.

Las primeras experiencias de terapia facilitada por un animal fueron descritas por el psiquiatra infantil Boris Levinson, cuyo perro Jingles una vez tomó parte casualmente en una consulta. Normalmente él no permitía que su perro estuviera en el consultorio, pero ese día recibió padres que venían con su niño autista para una consulta que era una última entrevista previa a una posible internación del niño.

El Dr Levinson había aceptado recibirlos fuera de sus días normales de consulta y su perro se quedó en el consultorio. "El niño permaneció callado durante toda la consulta. Al final, cuando el médico analizaba con los padres la posibilidad de una segunda visita, el niño, mudo desde hacía tanto tiempo, preguntó si el perro estaría presente la vez siguiente".
Las primeras publicaciones al respecto no fueron tomadas en serio por algunos colegas, pero rápidamente se desarrolló una corriente en la psiquiatría para promover el uso de la asistencia terapéutica de los animales. Los perros fueron los primeros en ser utilizados, pero los gatos se emplean regularmente con las personas de edad avanzada y en el ámbito hospitalario.


Obviamente se utilizan solo animales que sean dóciles, y en estas condiciones los gatos tienen la ventaja de que requieren menos atención, no necesitan que se los saque a pasear, son livianos y ágiles y pueden saltar al regazo de una persona anciana sin riesgo de provocar una caída o golpe. Hay muchos pacientes que prefieren a los gatos por su personalidad más independiente.

Fuera del ámbito de la psiquiatría, numerosos estudios mostraron que el simple hecho de acariciar un gato, de hablarle, o incluso de leer en su presencia sin interactuar con él, bastaba para hacer disminuir la presión arterial.



Otros estudios mostraron también la utilidad del gato en el caso de pacientes con patologías cardíacas graves, dado que su presencia aumentaba el tiempo de supervivencia.
La presencia de un gato en el ámbito hospitalario contribuye a humanizar el lugar y a establecer relaciones entre los pacientes y el personal médico.


Puede parecer que la presencia de un gato aumente las tareas del personal, pero a partir del momento en que se le introduce, ese mismo personal siempre admite que su presencia facilita las relaciones, disminuye el grado de agresividad de los pacientes y hace que todo sea más fácil.


¿Podrías contarme alguna anécdota sobre tu mascota que haya servido para levantar tu ánimo?


Un poema


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
//

Poemas de Amado Nervo

La frase para meditar del día.

El alma generosa será prosperada;
Y el que saciare,
él también será saciado.

Proverbios 11:25

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Las mascotas como terapeutica.

Cuando encuentro notas que describe aquello que quiero explicar y por falta de expresión o vocabulario, no puedo, no tardo en leerlas y compartirlas. Esta nota es un ejemplo de ello.

Las primeras experiencias de terapia facilitada por un animal fueron descritas por el psiquiatra infantil Boris Levinson, cuyo perro Jingles una vez tomó parte casualmente en una consulta. Normalmente él no permitía que su perro estuviera en el consultorio, pero ese día recibió padres que venían con su niño autista para una consulta que era una última entrevista previa a una posible internación del niño.

El Dr Levinson había aceptado recibirlos fuera de sus días normales de consulta y su perro se quedó en el consultorio. "El niño permaneció callado durante toda la consulta. Al final, cuando el médico analizaba con los padres la posibilidad de una segunda visita, el niño, mudo desde hacía tanto tiempo, preguntó si el perro estaría presente la vez siguiente".
Las primeras publicaciones al respecto no fueron tomadas en serio por algunos colegas, pero rápidamente se desarrolló una corriente en la psiquiatría para promover el uso de la asistencia terapéutica de los animales. Los perros fueron los primeros en ser utilizados, pero los gatos se emplean regularmente con las personas de edad avanzada y en el ámbito hospitalario.


Obviamente se utilizan solo animales que sean dóciles, y en estas condiciones los gatos tienen la ventaja de que requieren menos atención, no necesitan que se los saque a pasear, son livianos y ágiles y pueden saltar al regazo de una persona anciana sin riesgo de provocar una caída o golpe. Hay muchos pacientes que prefieren a los gatos por su personalidad más independiente.

Fuera del ámbito de la psiquiatría, numerosos estudios mostraron que el simple hecho de acariciar un gato, de hablarle, o incluso de leer en su presencia sin interactuar con él, bastaba para hacer disminuir la presión arterial.



Otros estudios mostraron también la utilidad del gato en el caso de pacientes con patologías cardíacas graves, dado que su presencia aumentaba el tiempo de supervivencia.
La presencia de un gato en el ámbito hospitalario contribuye a humanizar el lugar y a establecer relaciones entre los pacientes y el personal médico.


Puede parecer que la presencia de un gato aumente las tareas del personal, pero a partir del momento en que se le introduce, ese mismo personal siempre admite que su presencia facilita las relaciones, disminuye el grado de agresividad de los pacientes y hace que todo sea más fácil.


¿Podrías contarme alguna anécdota sobre tu mascota que haya servido para levantar tu ánimo?


Un poema


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
//

Poemas de Amado Nervo

La frase para meditar del día.

El alma generosa será prosperada;
Y el que saciare,
él también será saciado.

Proverbios 11:25