sábado, 8 de noviembre de 2008

Diez Mandamientos para una Vejez Feliz

Paseando por los Blogs noté que algunos comentaban sobre amigos, vecinos o gente que vieron al pasar, gente que llamaríamos ancianas, tercera edad, geronte o de otra manera que ahora no recuerdo. Algo une esos pensamientos, algo, como un hilo conductor, relaciona los comentarios. Hace unos días conté de mi vecina muy mayor que necesitaba compañía, ayer leí de otra que también necesitaba de alguien. Lo único que se me pasa por la cabeza es pensar que "todos llegaremos a viejos", hoy nos dicen mamá, mañana nos dirán "vieja", pasado nos dirán "abuela" y quién sabe qué otro término nos quedará bien. Me llegó por e-mail la siguiente reflexión, leanla. Creo que no tiene desperdicios. Por supuesto esto sería un ideal.

DIEZ MANDAMIENTOS PARA UNA VEJEZ FELIZ

1. Cuidarás tu presentación todos los días. Vístete bien,
arréglate como si fueras a una fiesta.
Qué más fiesta que la vida.

2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación.
Nada de jugar al enclaustrado o al preso voluntario.
Saldrás a la calle y al campo de paseo.
El agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.

3. Amarás al ejercicio físico como a ti mismo.
Un rato de gimnasio, una caminata razonable dentro o fuera de casa.
Contra inercia, diligencia.

4. Evitarás actividades y gestos de viejo derrumbado.
La cabeza gacha, la espalda encorvada, los pies arrastrándose.
¡No! Que la gente diga un piropo cuando pasas.

5. No hablarás de tu vejez ni te quejarás de tus achaques.
Con ello, acabarás por creerte más viejo y más enfermo
de lo que en realidad estás.
Y te harán el vacío. Nadie quiere estar oyendo historias de hospital.
Deja de autollamarte viejo y considerarte enfermo.

6. Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas. Al mal tiempo buena cara.
Sé positivo en los juicios, ten buen humor en las palabras,
sé alegre de rostro, amable en los ademanes.
Se tiene la edad que se ejerce.
La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo.

7. Serás útil a ti mismo y a los demás. No eres un parásito
ni una rama desgajada voluntariamente del árbol de la vida.
Bástate hasta donde sea posible y ayuda.
Ayuda con una sonrisa, con un consejo, un servicio.

8. Trabajarás con tus manos y tu mente. El trabajo es la terapia infalible.
Cualquier actitud laboral, intelectual, artística...
Medicinas para todos los males, la bendición del trabajo.

9. Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas.
Desde luego que las que anudan dentro del hogar,
integrándose a todos los miembros de la familia.
Ahí tienes la oportunidad de convivir con todas las edades,
niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida.
Luego ensancharás el corazón a los amigos, con tal que los amigos
no sean exclusivamente viejos como tú. Huye del bazar antigüedades.

10. No pensarás que todo tiempo pasado fue mejor.
Deja de estar condenando a tu mundo y maldiciendo tu momento.
Alégrate de que ser parte del mismo y poder ver muchas cosas lindas y nuevas.
¡No te olvides de reír a menudo para mantener la salud!

Autor Anónimo

Es tiempo de Amores


¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven!

Porque ha pasado el invierno,

las lluvias han cesado y se han ido.


Brotan flores en la tierra,

llega el tiempo de cantar,

y el arrullo de la tórtola ya se oye

por los campos.

La higuera echa sus brotes,

y las viñas en flor vierten fragancia.

¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven!


¡Ven, amado mío, salgamos al campo!

Pasaremos la noche en las granjas.

Iremos, con el alba, a los viñedos

para ver si los pámpanos germinan,

si se abrieron los capullos

y el granado ha florecido.


¡Allí te entregaré todo mi amor!


La mandrágora exhala su fragancia,

y nos esperan a la puerta mil frutas deleitosas,

frutas secas, frutas frescas que he guardado,

amor mío, para ti.


Texto tomado de:

Cantar de Los Cantares.

Salomón



sábado, 8 de noviembre de 2008

Diez Mandamientos para una Vejez Feliz

Paseando por los Blogs noté que algunos comentaban sobre amigos, vecinos o gente que vieron al pasar, gente que llamaríamos ancianas, tercera edad, geronte o de otra manera que ahora no recuerdo. Algo une esos pensamientos, algo, como un hilo conductor, relaciona los comentarios. Hace unos días conté de mi vecina muy mayor que necesitaba compañía, ayer leí de otra que también necesitaba de alguien. Lo único que se me pasa por la cabeza es pensar que "todos llegaremos a viejos", hoy nos dicen mamá, mañana nos dirán "vieja", pasado nos dirán "abuela" y quién sabe qué otro término nos quedará bien. Me llegó por e-mail la siguiente reflexión, leanla. Creo que no tiene desperdicios. Por supuesto esto sería un ideal.

DIEZ MANDAMIENTOS PARA UNA VEJEZ FELIZ

1. Cuidarás tu presentación todos los días. Vístete bien,
arréglate como si fueras a una fiesta.
Qué más fiesta que la vida.

2. No te encerrarás en tu casa ni en tu habitación.
Nada de jugar al enclaustrado o al preso voluntario.
Saldrás a la calle y al campo de paseo.
El agua estancada se pudre y la máquina inmóvil se enmohece.

3. Amarás al ejercicio físico como a ti mismo.
Un rato de gimnasio, una caminata razonable dentro o fuera de casa.
Contra inercia, diligencia.

4. Evitarás actividades y gestos de viejo derrumbado.
La cabeza gacha, la espalda encorvada, los pies arrastrándose.
¡No! Que la gente diga un piropo cuando pasas.

5. No hablarás de tu vejez ni te quejarás de tus achaques.
Con ello, acabarás por creerte más viejo y más enfermo
de lo que en realidad estás.
Y te harán el vacío. Nadie quiere estar oyendo historias de hospital.
Deja de autollamarte viejo y considerarte enfermo.

6. Cultivarás el optimismo sobre todas las cosas. Al mal tiempo buena cara.
Sé positivo en los juicios, ten buen humor en las palabras,
sé alegre de rostro, amable en los ademanes.
Se tiene la edad que se ejerce.
La vejez no es cuestión de años sino un estado de ánimo.

7. Serás útil a ti mismo y a los demás. No eres un parásito
ni una rama desgajada voluntariamente del árbol de la vida.
Bástate hasta donde sea posible y ayuda.
Ayuda con una sonrisa, con un consejo, un servicio.

8. Trabajarás con tus manos y tu mente. El trabajo es la terapia infalible.
Cualquier actitud laboral, intelectual, artística...
Medicinas para todos los males, la bendición del trabajo.

9. Mantendrás vivas y cordiales las relaciones humanas.
Desde luego que las que anudan dentro del hogar,
integrándose a todos los miembros de la familia.
Ahí tienes la oportunidad de convivir con todas las edades,
niños, jóvenes y adultos, el perfecto muestrario de la vida.
Luego ensancharás el corazón a los amigos, con tal que los amigos
no sean exclusivamente viejos como tú. Huye del bazar antigüedades.

10. No pensarás que todo tiempo pasado fue mejor.
Deja de estar condenando a tu mundo y maldiciendo tu momento.
Alégrate de que ser parte del mismo y poder ver muchas cosas lindas y nuevas.
¡No te olvides de reír a menudo para mantener la salud!

Autor Anónimo

Es tiempo de Amores


¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven!

Porque ha pasado el invierno,

las lluvias han cesado y se han ido.


Brotan flores en la tierra,

llega el tiempo de cantar,

y el arrullo de la tórtola ya se oye

por los campos.

La higuera echa sus brotes,

y las viñas en flor vierten fragancia.

¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y ven!


¡Ven, amado mío, salgamos al campo!

Pasaremos la noche en las granjas.

Iremos, con el alba, a los viñedos

para ver si los pámpanos germinan,

si se abrieron los capullos

y el granado ha florecido.


¡Allí te entregaré todo mi amor!


La mandrágora exhala su fragancia,

y nos esperan a la puerta mil frutas deleitosas,

frutas secas, frutas frescas que he guardado,

amor mío, para ti.


Texto tomado de:

Cantar de Los Cantares.

Salomón