domingo, 6 de septiembre de 2009

Humor dominguero

Tendrá futuro en esta empresa...?

Si no hay café, no hay oficina que funcione!!

No huyas al amor, cobarde!!!

Justo ahí queres colgar el cuadro?

Grato Placer

Hoy tuve el grato placer de conocer a la primera cantante de la obra "el Fantasma de la Opera" Claudia Cota, una artista mexicana que no llega a los 30 años. Con una voz lírica impresionante, compartió canciones donde su talento y técnica desaparecían ante su sencillez, una lírica
de esas que me gustan a mí, me acerqué luego de que terminara de cantar, a saludarla. Nos saludamos con un beso y le expresé mi admiración por su clara y bellísima voz.

Nos contaba que audicionó en México para la obra de Argentina. Además ha hecho doblajes para algunas películas de Disney. La verdad que hace rato tengo ganas de ver la obra y un gasto u otro lo pospone siempre. Pero me alegro el haber tenido este privilegio en el día de hoy.







Si quieren saber más de ella: http://www.elfantasmadelaopera.com.ar/, artistas
Los Markovitz era una de las pocas familias judías que vivían en un apacible suburbio de Pensilvania cuyas calles se llenaban de luces navideñas en Diciembre. Ellos en cambio, colocaban una menorá (Candelabro judío de nueve brazos) encendida en una ventana de su casa como recordatorio de que también era el inicio de la Hanuka, una de sus principales fiestas religiosas.

Un día, a eso de las 5 de la mañana Judy Markovitz se despertó al oír
un fuerte ruido. Habían roto la ventana y arrancado la menorá.

Para los Markovitz fue una agresión que removió viejas heridas, ya que los padres de Judy habían estado en el pasado recluidos en un campo de concentración-.

Los Markovitz luego de recuperarse emocionalmente repararon la ventana y al terminar la reparación salieron a visitar al hermano de Judy,

sin saber que sus vecinos se disponían a reparar algo más.

En la noche, cuando la familia Markovitz regresaba a su casa, un extraordinario espectáculo los sorprendió al doblar la calle: Casi todas las casas de la manzana estaban adornadas con una menorá resplandeciente. La hija de la pareja, Vicky,
hoy día de 18 años, recuerda aquellas ventanas iluminadas como una señal de compasión y solidaridad. " Fue como si todos los vecinos dijeran: Si vuelven a romper las ventanas de ellos, también tendrán que romper las nuestras".

Compasión y solidaridad son dos joyas que necesitas hoy recuperar.

Reír con el que rie y llorar con el que llora.
Que nunca demos la espalda al que sufre, porque tarde que temprano se nos pagará con la misma moneda.

La frase para meditar del día

Para triunfar en la vida, no es importante
llegar el primero.
Para triunfar simplemente
hay que llegar,
levantándose cada vez
que se cae en el camino.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Humor dominguero

Tendrá futuro en esta empresa...?

Si no hay café, no hay oficina que funcione!!

No huyas al amor, cobarde!!!

Justo ahí queres colgar el cuadro?

Grato Placer

Hoy tuve el grato placer de conocer a la primera cantante de la obra "el Fantasma de la Opera" Claudia Cota, una artista mexicana que no llega a los 30 años. Con una voz lírica impresionante, compartió canciones donde su talento y técnica desaparecían ante su sencillez, una lírica
de esas que me gustan a mí, me acerqué luego de que terminara de cantar, a saludarla. Nos saludamos con un beso y le expresé mi admiración por su clara y bellísima voz.

Nos contaba que audicionó en México para la obra de Argentina. Además ha hecho doblajes para algunas películas de Disney. La verdad que hace rato tengo ganas de ver la obra y un gasto u otro lo pospone siempre. Pero me alegro el haber tenido este privilegio en el día de hoy.







Si quieren saber más de ella: http://www.elfantasmadelaopera.com.ar/, artistas
Los Markovitz era una de las pocas familias judías que vivían en un apacible suburbio de Pensilvania cuyas calles se llenaban de luces navideñas en Diciembre. Ellos en cambio, colocaban una menorá (Candelabro judío de nueve brazos) encendida en una ventana de su casa como recordatorio de que también era el inicio de la Hanuka, una de sus principales fiestas religiosas.

Un día, a eso de las 5 de la mañana Judy Markovitz se despertó al oír
un fuerte ruido. Habían roto la ventana y arrancado la menorá.

Para los Markovitz fue una agresión que removió viejas heridas, ya que los padres de Judy habían estado en el pasado recluidos en un campo de concentración-.

Los Markovitz luego de recuperarse emocionalmente repararon la ventana y al terminar la reparación salieron a visitar al hermano de Judy,

sin saber que sus vecinos se disponían a reparar algo más.

En la noche, cuando la familia Markovitz regresaba a su casa, un extraordinario espectáculo los sorprendió al doblar la calle: Casi todas las casas de la manzana estaban adornadas con una menorá resplandeciente. La hija de la pareja, Vicky,
hoy día de 18 años, recuerda aquellas ventanas iluminadas como una señal de compasión y solidaridad. " Fue como si todos los vecinos dijeran: Si vuelven a romper las ventanas de ellos, también tendrán que romper las nuestras".

Compasión y solidaridad son dos joyas que necesitas hoy recuperar.

Reír con el que rie y llorar con el que llora.
Que nunca demos la espalda al que sufre, porque tarde que temprano se nos pagará con la misma moneda.

La frase para meditar del día

Para triunfar en la vida, no es importante
llegar el primero.
Para triunfar simplemente
hay que llegar,
levantándose cada vez
que se cae en el camino.