jueves, 23 de abril de 2009

La frase para meditar del día


Dejá de competir o desear

por lo que otros tienen

y comenzá a valorar lo que tenés!

Dia Mundial del Libro

Esta semana comentábamos con unas amigas sobre la Feria del Libro. Cada año miles de libros son expuestos a centenares de visitantes esperando ser llevados a un nuevo destino, diferente al de los estantes. Sin dudas leer libros tiene su encanto, más allá de los autores o títulos que puedan haber pasado por nuestras manos, el acto de leer es un acto sublime. Recuerdo cuando mi hija aún no podía leer y esa tarea nos correspondía a sus padres, en la medida que comenzó a hilvanar sus primeras letras, luego palabras, luego frases, se fue abriendo un nuevo y maravilloso mundo, el de la "LECTURA". Leer, más allá que nos ayuda a escribir mejor y a hablar mejor, nos abre las puertas de la imaginación, nos invita a navegar, volar, soñar, reír, llorar, caminar con el protagonista e intentar descubrir la intención final del autor. Leer es crecer, es desarrollarse, es tener el poder de decir sí o no, a una idea a una historia.

Los libros siempre tendrán el valor que quieras darle, pero sin duda alguna tienen valor en sí mismos. Con los adelantos que tenemos hoy día, muchos hemos dejado de comprar libros y los leemos directamente en algún sitio web, pero la verdad, no me gusta leer en la pantalla, me gusta tener un ejemplar del mismo. Si tenés la posibilidad de comprar uno será sin dudas una buena inversión.

Si querés estrellarte... es tu problema

Una vieja historia relata:

El mar estaba muy picado hacía varios días. La visibilidad era muy precaria. El capitán del enorme acorazado recomendó a su tripulación permanecer alerta.

- Por favor informe inmediatamente cualquier novedad. -ordenó con seguridad el capitán a su segundo-.Tan pronto oscureció, uno de los marinos anunció:
- Atención, una luz está brillando hacia el norte.-
¿Se está moviendo o está quieta? -preguntó el capitán. -
¡Se está moviendo! -respondió el segundo.
El capitán llamó al encargado de las señales y le dijo:
- Avísele a esa embarcación que si sigue en esa dirección está en grave riesgo de estrellarse contra nosotros.
Aconséjele que vire 20 grados hacia el este. Como no hubo respuesta y la luz seguía acercándose el capitán decidió encargarse personalmente de la situación.
- Atención, atención. Habla el capitán de este gran acorazado. Le advertimos una vez más, cambie de curso nos estrellaremos contra ustedes.
- Háganlo ahora, insistió el capitán con firmeza.
Entonces una voz tranquila y segura le respondió:
Aquí habla el marinero Pérez. Acorazado, cambie usted su rumbo 20 grados hacia el este.
Al oír esto el capitán, ya salido de casillas y casi gritando, dijo:
- Por última vez marinero. Este es un barco de guerra, vire inmediatamente 20 grados hacia el este. Y la respuesta que recibió fue:

Yo soy el encargado del faro y es usted es el que debe cambiar de curso, si no lo hace tendrá un accidente fatal!!!

A veces queremos que los demás cambien y hasta los amenazamos con estrellarlos. Es más fácil que vos cambies. Vos dirigís tu barco. Ve a donde vos quieras y como todo buen capitán, sé flexible en la forma de construir los caminos. Escuchá lo que los demás tengan que decir.
Te podes evitar una colisión.
.

jueves, 23 de abril de 2009

La frase para meditar del día


Dejá de competir o desear

por lo que otros tienen

y comenzá a valorar lo que tenés!

Dia Mundial del Libro

Esta semana comentábamos con unas amigas sobre la Feria del Libro. Cada año miles de libros son expuestos a centenares de visitantes esperando ser llevados a un nuevo destino, diferente al de los estantes. Sin dudas leer libros tiene su encanto, más allá de los autores o títulos que puedan haber pasado por nuestras manos, el acto de leer es un acto sublime. Recuerdo cuando mi hija aún no podía leer y esa tarea nos correspondía a sus padres, en la medida que comenzó a hilvanar sus primeras letras, luego palabras, luego frases, se fue abriendo un nuevo y maravilloso mundo, el de la "LECTURA". Leer, más allá que nos ayuda a escribir mejor y a hablar mejor, nos abre las puertas de la imaginación, nos invita a navegar, volar, soñar, reír, llorar, caminar con el protagonista e intentar descubrir la intención final del autor. Leer es crecer, es desarrollarse, es tener el poder de decir sí o no, a una idea a una historia.

Los libros siempre tendrán el valor que quieras darle, pero sin duda alguna tienen valor en sí mismos. Con los adelantos que tenemos hoy día, muchos hemos dejado de comprar libros y los leemos directamente en algún sitio web, pero la verdad, no me gusta leer en la pantalla, me gusta tener un ejemplar del mismo. Si tenés la posibilidad de comprar uno será sin dudas una buena inversión.

Si querés estrellarte... es tu problema

Una vieja historia relata:

El mar estaba muy picado hacía varios días. La visibilidad era muy precaria. El capitán del enorme acorazado recomendó a su tripulación permanecer alerta.

- Por favor informe inmediatamente cualquier novedad. -ordenó con seguridad el capitán a su segundo-.Tan pronto oscureció, uno de los marinos anunció:
- Atención, una luz está brillando hacia el norte.-
¿Se está moviendo o está quieta? -preguntó el capitán. -
¡Se está moviendo! -respondió el segundo.
El capitán llamó al encargado de las señales y le dijo:
- Avísele a esa embarcación que si sigue en esa dirección está en grave riesgo de estrellarse contra nosotros.
Aconséjele que vire 20 grados hacia el este. Como no hubo respuesta y la luz seguía acercándose el capitán decidió encargarse personalmente de la situación.
- Atención, atención. Habla el capitán de este gran acorazado. Le advertimos una vez más, cambie de curso nos estrellaremos contra ustedes.
- Háganlo ahora, insistió el capitán con firmeza.
Entonces una voz tranquila y segura le respondió:
Aquí habla el marinero Pérez. Acorazado, cambie usted su rumbo 20 grados hacia el este.
Al oír esto el capitán, ya salido de casillas y casi gritando, dijo:
- Por última vez marinero. Este es un barco de guerra, vire inmediatamente 20 grados hacia el este. Y la respuesta que recibió fue:

Yo soy el encargado del faro y es usted es el que debe cambiar de curso, si no lo hace tendrá un accidente fatal!!!

A veces queremos que los demás cambien y hasta los amenazamos con estrellarlos. Es más fácil que vos cambies. Vos dirigís tu barco. Ve a donde vos quieras y como todo buen capitán, sé flexible en la forma de construir los caminos. Escuchá lo que los demás tengan que decir.
Te podes evitar una colisión.
.