
Dejá de competir o desear
por lo que otros tienen
y comenzá a valorar lo que tenés!
Esta semana comentábamos con unas amigas sobre la Feria del Libro. Cada año miles de libros son expuestos a centenares de visitantes esperando ser llevados a un nuevo destino, diferente al de los estantes. Sin dudas leer libros tiene su encanto, más allá de los autores o títulos que puedan haber pasado
por nuestras manos, el acto de leer es un acto sublime. Recuerdo cuando mi hija aún no podía leer y esa tarea nos correspondía a sus padres, en la medida que comenzó a hilvanar sus primeras letras, luego palabras, luego frases, se fue abriendo un nuevo y maravilloso mundo, el de la "LECTURA". Leer, más allá que nos ayuda a escribir mejor y a hablar mejor, nos abre las puertas de la imaginación, nos invita a navegar, volar, soñar, reír, llorar, caminar con el protagonista e intentar descubrir la intención final del autor. Leer es crecer, es desarrollarse, es tener el poder de decir sí o no, a una idea a una historia.
Los libros siempre tendrán el valor que quieras darle, pero sin duda alguna tienen valor en sí mismos. Con los adelantos que tenemos hoy día, muchos hemos dejado de comprar libros y los leemos directamente en algún sitio web, pero la verdad, no me gusta leer en la pantalla, me gusta tener un ejemplar del mismo. Si tenés la posibilidad de comprar uno será sin dudas una buena inversión.
Una vieja historia relata:
Esta semana comentábamos con unas amigas sobre la Feria del Libro. Cada año miles de libros son expuestos a centenares de visitantes esperando ser llevados a un nuevo destino, diferente al de los estantes. Sin dudas leer libros tiene su encanto, más allá de los autores o títulos que puedan haber pasado
por nuestras manos, el acto de leer es un acto sublime. Recuerdo cuando mi hija aún no podía leer y esa tarea nos correspondía a sus padres, en la medida que comenzó a hilvanar sus primeras letras, luego palabras, luego frases, se fue abriendo un nuevo y maravilloso mundo, el de la "LECTURA". Leer, más allá que nos ayuda a escribir mejor y a hablar mejor, nos abre las puertas de la imaginación, nos invita a navegar, volar, soñar, reír, llorar, caminar con el protagonista e intentar descubrir la intención final del autor. Leer es crecer, es desarrollarse, es tener el poder de decir sí o no, a una idea a una historia.
Los libros siempre tendrán el valor que quieras darle, pero sin duda alguna tienen valor en sí mismos. Con los adelantos que tenemos hoy día, muchos hemos dejado de comprar libros y los leemos directamente en algún sitio web, pero la verdad, no me gusta leer en la pantalla, me gusta tener un ejemplar del mismo. Si tenés la posibilidad de comprar uno será sin dudas una buena inversión.
Una vieja historia relata: