lunes, 2 de noviembre de 2009

Foti...



Así estaba hoy al medio día... despues se largó un buen chaparrón con viento.

Azul



Azul la paz que me daba cada atardecer.
Azul sus ojos brillantes lleno de ilusiones,
Azul el cielo que recibía sus plegarias cada mañana.
Azul el lago generoso que susurraba su nombre cada nuevo día.

Un rayo dorado atravezó los árboles
Tocó su rostro iluminándolo otra vez.
Azul... Azul... tu nombre ...
.

Por ti...

Una lágrima:
es eso que humedece los ojos del mundo.
Y que el mundo se empeña en ocultar.

Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo.
Es tan profunda, que no sabemos con certeza de donde nace, ni si podrá morir alguna vez.

A veces una lágrima: cicatriza una herida, lava una pena y ablanda.

Una lágrima: es un recuerdo, una angustia, una desesperación, un interrogante.

Una lágrima: puede ser a veces el comienzo del perdón, la primera luz de la rectificación que hace estrechar una mano.

Una lágrima:
es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda.

Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha, funde.

La lágrima transforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas yerbas que van creciendo en la amistad e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse.

La lágrima descubre.

El que ingnora tus motivos, no te conoce.

La lágrima es un don.

Hoy ejercí mi don por vos...

La frase para meditar del día.


lunes, 2 de noviembre de 2009

Foti...



Así estaba hoy al medio día... despues se largó un buen chaparrón con viento.

Azul



Azul la paz que me daba cada atardecer.
Azul sus ojos brillantes lleno de ilusiones,
Azul el cielo que recibía sus plegarias cada mañana.
Azul el lago generoso que susurraba su nombre cada nuevo día.

Un rayo dorado atravezó los árboles
Tocó su rostro iluminándolo otra vez.
Azul... Azul... tu nombre ...
.

Por ti...

Una lágrima:
es eso que humedece los ojos del mundo.
Y que el mundo se empeña en ocultar.

Es eso que nos tragamos tantas veces por soberbia, por orgullo, por demostrar fortaleza y queda atorada en la garganta, apretada en el corazón, comprimiéndonos todo.
Es tan profunda, que no sabemos con certeza de donde nace, ni si podrá morir alguna vez.

A veces una lágrima: cicatriza una herida, lava una pena y ablanda.

Una lágrima: es un recuerdo, una angustia, una desesperación, un interrogante.

Una lágrima: puede ser a veces el comienzo del perdón, la primera luz de la rectificación que hace estrechar una mano.

Una lágrima:
es a veces la gota mágica que hace cambiar por dentro cuando tenemos que pagar nuestra cuota de dolor, la lágrima ayuda.

Cuando la derramamos en el corazón querido, o en la intimidad de la amistad, la lágrima une, estrecha, funde.

La lágrima transforma, enseña, disuelve los rencores, las espinas, las malas yerbas que van creciendo en la amistad e impidiendo acercarse, abrazarse, comprenderse.

La lágrima descubre.

El que ingnora tus motivos, no te conoce.

La lágrima es un don.

Hoy ejercí mi don por vos...

La frase para meditar del día.