viernes, 12 de marzo de 2010

Déjalo ir.


Hay gente que nos puede abandonar. ¡Y escúchenme cuando les digo esto! Cuando la gente nos quiera dejar: dejémosla ir.

No quiero que intentemos convencer a los demás de quedarse con nosotros, amándonos, llamándonos, cuidándonos, viniendo a vernos, permaneciendo atados a nosotros. Quiero decir: colguemos el teléfono.

Cuando la gente nos quiere dejar, dejémosla ir. Nuestro destino nunca está atado a alguien que se fue.

La gente nos deja porque no están unidas a nosotros. Y si no están unidas a nosotros, no podemos retenerlas. Dejémoslas ir.

Y no significa que son malas personas, simplemente significa que su parte en la historia se acabó.

Y tenemos que saber cuando la parte de la gente en nuestra historia se acaba para no continuar intentando resucitar muertos. Necesitamos reconocer cuando está muerta.

Necesitamos reconocer cuando se acabó.

Si estamos aferrados a algo que no nos pertenece y que nunca fue para nosotros, necesitamos ¡dejarlo ir!

Si nos estamos aferrando a heridas ó dolores del pasado... ¡dejémoslos ir!

Si alguien no nos trata bien, no responde a nuestro amor y no aprecia nuestro valor... ¡dejémoslo ir!

Si alguien nos disgusta... ¡dejémoslo ir!

Si estamos aferrándonos a algunos pensamientos de mal ó de venganza... ¡dejémoslo ir!

Si estamos enredados en una relación equivocada ó en una adicción... ¡dejémosla ir!

Si nos aferramos a un empleo que no llena nuestras necesidades ó expectativas... ¡dejémoslo ir!

Si tenemos una mala actitud... ¡dejémosla ir!

Si seguimos juzgando a los demás para sentirnos mejor... ¡dejémoslo ir!

Si estamos atrapados en el pasado y Dios intenta llevarnos a un nuevo nivel en Él... dejémoslo ir!

Si seguimos intentando ayudar a alguien que no quiere siquiera ayudarse a sí mismo... ¡dejémoslo ir!

Si nos sentimos deprimidos y estresados... ¡dejémoslo ir!

Pongámonos en la onda o seremos dejados de lado... pensemos sobre ello y, entonces... ¡dejémoslo ir!


T. D. Jakes

2 comentarios:

M. Carme dijo...

No es bueno hacer el viaje de la vida con la mochila cargada de recuerdos negativos del pasadeo.Dejarlos ir, es un buen consejo, el viaje sera asi mucho más ligero.
Un abrazo

M@bel_es_azul dijo...

M. Carme: a veces no nos damos cuenta y la michila parece que se va llenando y llenando, aprender a dejar ir, sin dudas no es fácil, habrá que intentarlo para el bienestar mío y del que dejo ir.
Buen Finde!

viernes, 12 de marzo de 2010

Déjalo ir.


Hay gente que nos puede abandonar. ¡Y escúchenme cuando les digo esto! Cuando la gente nos quiera dejar: dejémosla ir.

No quiero que intentemos convencer a los demás de quedarse con nosotros, amándonos, llamándonos, cuidándonos, viniendo a vernos, permaneciendo atados a nosotros. Quiero decir: colguemos el teléfono.

Cuando la gente nos quiere dejar, dejémosla ir. Nuestro destino nunca está atado a alguien que se fue.

La gente nos deja porque no están unidas a nosotros. Y si no están unidas a nosotros, no podemos retenerlas. Dejémoslas ir.

Y no significa que son malas personas, simplemente significa que su parte en la historia se acabó.

Y tenemos que saber cuando la parte de la gente en nuestra historia se acaba para no continuar intentando resucitar muertos. Necesitamos reconocer cuando está muerta.

Necesitamos reconocer cuando se acabó.

Si estamos aferrados a algo que no nos pertenece y que nunca fue para nosotros, necesitamos ¡dejarlo ir!

Si nos estamos aferrando a heridas ó dolores del pasado... ¡dejémoslos ir!

Si alguien no nos trata bien, no responde a nuestro amor y no aprecia nuestro valor... ¡dejémoslo ir!

Si alguien nos disgusta... ¡dejémoslo ir!

Si estamos aferrándonos a algunos pensamientos de mal ó de venganza... ¡dejémoslo ir!

Si estamos enredados en una relación equivocada ó en una adicción... ¡dejémosla ir!

Si nos aferramos a un empleo que no llena nuestras necesidades ó expectativas... ¡dejémoslo ir!

Si tenemos una mala actitud... ¡dejémosla ir!

Si seguimos juzgando a los demás para sentirnos mejor... ¡dejémoslo ir!

Si estamos atrapados en el pasado y Dios intenta llevarnos a un nuevo nivel en Él... dejémoslo ir!

Si seguimos intentando ayudar a alguien que no quiere siquiera ayudarse a sí mismo... ¡dejémoslo ir!

Si nos sentimos deprimidos y estresados... ¡dejémoslo ir!

Pongámonos en la onda o seremos dejados de lado... pensemos sobre ello y, entonces... ¡dejémoslo ir!


T. D. Jakes

2 comentarios:

M. Carme dijo...

No es bueno hacer el viaje de la vida con la mochila cargada de recuerdos negativos del pasadeo.Dejarlos ir, es un buen consejo, el viaje sera asi mucho más ligero.
Un abrazo

M@bel_es_azul dijo...

M. Carme: a veces no nos damos cuenta y la michila parece que se va llenando y llenando, aprender a dejar ir, sin dudas no es fácil, habrá que intentarlo para el bienestar mío y del que dejo ir.
Buen Finde!