viernes, 29 de mayo de 2009

No lo vi

Una persona relata:
Iba yo por la calle y alguien me paró para preguntarme la hora. ¿Qué hora es, por favor? Debo tener cara de buena persona porque con frecuencia me para la gente para preguntarme la hora o la dirección de alguna calle. Miré mi reloj y le dije la hora exacta. Luego le indiqué que mirase a su derecha. Allí, muy cerca y en grandes caracteres había un enorme reloj público que marcaba exactamente la hora. Se rió. No lo había visto. Me dió las gracias y siguió adelante.

Haciendo prácticas de computación la chica de al lado me preguntó la hora. Le señalé el borde inferior derecho de la pantalla de su propia computadora. Allí estaba la hora con toda claridad y delante de ella misma. Se rió y me dió un beso.

Otro día otro amigo estaba hablando por su teléfono móvil, acabó la conversación y me preguntó la hora con el teléfono todavía en la mano. Le señalé la pantalla de su teléfono. Allí estaba, una vez más, la hora.

Pensemos:
Es el arte de no ver. Tener las cosas delante de las narices y no verlas. Muchas veces, las cosas que pasamos por alto son aquellas que hemos estado buscando, porque sencillamente, no sabemos ver. ¿Te ha pasado alguna vez?

5 comentarios:

AnónimA dijo...

sabes que pasa, no estamos nunca en el presente...nuestra mente va hacia el pasado y hacia el futuro permanentemente, jamas ESTAMOS en el aquí y ahora y entonces,no vemos lo que nos rodea y mucho menos, NOS vemos

Bacterius Argentum ( Adryán) dijo...

muchos y me incluyo, vemos pero no miramos, Vio

M@bel_es_azul dijo...

EL Angel:Debe ser cuestión de brindarle a cada cosa su verdadera importancia en el tiempo correcto. Besosossss.

Bac: Esto también se aprende. Saludos con aroma a Flowers (de Kenzo, claro!!) jajaj

Anónimo dijo...

SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE.
Y SIEMPRE LE ECHO LA CULPA A LOS DUENDES QUE ME SACAN LAS COSAS, POBRES DUENDES.

M@bel_es_azul dijo...

Andy: Bienvenida!!! pobres duendes... pobres!!!

viernes, 29 de mayo de 2009

No lo vi

Una persona relata:
Iba yo por la calle y alguien me paró para preguntarme la hora. ¿Qué hora es, por favor? Debo tener cara de buena persona porque con frecuencia me para la gente para preguntarme la hora o la dirección de alguna calle. Miré mi reloj y le dije la hora exacta. Luego le indiqué que mirase a su derecha. Allí, muy cerca y en grandes caracteres había un enorme reloj público que marcaba exactamente la hora. Se rió. No lo había visto. Me dió las gracias y siguió adelante.

Haciendo prácticas de computación la chica de al lado me preguntó la hora. Le señalé el borde inferior derecho de la pantalla de su propia computadora. Allí estaba la hora con toda claridad y delante de ella misma. Se rió y me dió un beso.

Otro día otro amigo estaba hablando por su teléfono móvil, acabó la conversación y me preguntó la hora con el teléfono todavía en la mano. Le señalé la pantalla de su teléfono. Allí estaba, una vez más, la hora.

Pensemos:
Es el arte de no ver. Tener las cosas delante de las narices y no verlas. Muchas veces, las cosas que pasamos por alto son aquellas que hemos estado buscando, porque sencillamente, no sabemos ver. ¿Te ha pasado alguna vez?

5 comentarios:

AnónimA dijo...

sabes que pasa, no estamos nunca en el presente...nuestra mente va hacia el pasado y hacia el futuro permanentemente, jamas ESTAMOS en el aquí y ahora y entonces,no vemos lo que nos rodea y mucho menos, NOS vemos

Bacterius Argentum ( Adryán) dijo...

muchos y me incluyo, vemos pero no miramos, Vio

M@bel_es_azul dijo...

EL Angel:Debe ser cuestión de brindarle a cada cosa su verdadera importancia en el tiempo correcto. Besosossss.

Bac: Esto también se aprende. Saludos con aroma a Flowers (de Kenzo, claro!!) jajaj

Anónimo dijo...

SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE.
Y SIEMPRE LE ECHO LA CULPA A LOS DUENDES QUE ME SACAN LAS COSAS, POBRES DUENDES.

M@bel_es_azul dijo...

Andy: Bienvenida!!! pobres duendes... pobres!!!