domingo, 10 de abril de 2011

Domingo día de reflexión

Cuando te encuentres en una situación problemática, permite que tu meta sea simplemente permanecer en calma.Cada vez que comienzas a sentirte molesto o frustrado, detente y pregúntate: "¿Qué está tratando de hacer éste problema aquí en mi vida?"

El poder del problema reside en causarte enojo y temor, minando así tu fortaleza.

No seas vencido de las malas coircunstancias, no dejes que te domine el mal humor, el resentimiento, la desconfianza. Amargaran tu vida, tu alma, tu corazón causandote desaliento y tal vez enfermedades.

Resuelve los problemas cada vez que se presenten de la mejor manera posible. No despotriques a diestra y a siniestra intentando parecer víctima todo el tiempo.

Las soluciones apararecen solo cuando hay un problema y una persona que quiere encontrarlas.

Dezaste del sobrepeso espiritual que llevas en el alma; y sobre todas las cosas aprende a perdonar y a perdonarte a tí mismo.


2 comentarios:

Franziska dijo...

Esta entrada parece que la hubieras escrito pensando en mí. Anoche recibí una mala impresión, un mensaje que creí dirigido contra mí. No era así. Lo pasé mal y tuve dificultades para dormir a pesar de que ya las cosas se habían aclarado. Llovía sobre mojado, esa es la verdad. Y la duda de que no se tratara de una cuestión inocente, persistió.

Procuraré mostrarme más serena para la próxima vez. Y lo haré porque en otras ocasiones me ha funcionado bien.

M@bel_es_azul dijo...

Franziska: me alegro te haya servido de alguna manera. Seguramente fue escrito para mí primero, compartirlo con ustedes por medio del blog y hacer blanco es la intención.
Sin dudas una reacción calma es la más conveniente en muchas ocaciones no?
Un abrazo.

domingo, 10 de abril de 2011

Domingo día de reflexión

Cuando te encuentres en una situación problemática, permite que tu meta sea simplemente permanecer en calma.Cada vez que comienzas a sentirte molesto o frustrado, detente y pregúntate: "¿Qué está tratando de hacer éste problema aquí en mi vida?"

El poder del problema reside en causarte enojo y temor, minando así tu fortaleza.

No seas vencido de las malas coircunstancias, no dejes que te domine el mal humor, el resentimiento, la desconfianza. Amargaran tu vida, tu alma, tu corazón causandote desaliento y tal vez enfermedades.

Resuelve los problemas cada vez que se presenten de la mejor manera posible. No despotriques a diestra y a siniestra intentando parecer víctima todo el tiempo.

Las soluciones apararecen solo cuando hay un problema y una persona que quiere encontrarlas.

Dezaste del sobrepeso espiritual que llevas en el alma; y sobre todas las cosas aprende a perdonar y a perdonarte a tí mismo.


2 comentarios:

Franziska dijo...

Esta entrada parece que la hubieras escrito pensando en mí. Anoche recibí una mala impresión, un mensaje que creí dirigido contra mí. No era así. Lo pasé mal y tuve dificultades para dormir a pesar de que ya las cosas se habían aclarado. Llovía sobre mojado, esa es la verdad. Y la duda de que no se tratara de una cuestión inocente, persistió.

Procuraré mostrarme más serena para la próxima vez. Y lo haré porque en otras ocasiones me ha funcionado bien.

M@bel_es_azul dijo...

Franziska: me alegro te haya servido de alguna manera. Seguramente fue escrito para mí primero, compartirlo con ustedes por medio del blog y hacer blanco es la intención.
Sin dudas una reacción calma es la más conveniente en muchas ocaciones no?
Un abrazo.