martes, 28 de diciembre de 2010

El juzgar...

Había una señora que desconfiaba mucho de todas las personas, siempre estaba culpándolas por cualquier cosa, así que ella vivía sola, pero tenia de ayudante a una muchachita.


Una de las cosas que más quería esa señora era una aguja de oro con que cosía todas las tardes, hasta que un día por más que la buscó no la encontró. Así que acuso a la muchacha, y le dijo que ella era la que había robado su aguja de oro y la despidió.

Un día por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido que le llamó la atención, subió a ver a los pajarito y ...¡sorpresa!, encontró que su aguja de oro estuvo ahí todo el tiempo.
El Pájaro había tomado el hilo con la aguja para construir su nido.


La señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y la quería.

Nosotros debemos aprender a no juzgar
a las personas antes de saber la verdad,
porque nos podemos equivocar,
y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.

¿Cuántas veces hemos destruìdo a alguien por juzgarle apresuradamente?

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabia anecdota .Debemos abstenernos de juzgar apresuradamente para evitar tener que arrepentirnos de perder a un ser querido .

M@bel_es_azul dijo...

Hola Cecilia; sí la anécdota es conocuda...y las personas que lo hacen tambien puden serlo NO?

Gala dijo...

Juzgamos demasiado rápido las acciones de los demas sin pararnos a pensar si podemos estár equivocados.

martes, 28 de diciembre de 2010

El juzgar...

Había una señora que desconfiaba mucho de todas las personas, siempre estaba culpándolas por cualquier cosa, así que ella vivía sola, pero tenia de ayudante a una muchachita.


Una de las cosas que más quería esa señora era una aguja de oro con que cosía todas las tardes, hasta que un día por más que la buscó no la encontró. Así que acuso a la muchacha, y le dijo que ella era la que había robado su aguja de oro y la despidió.

Un día por la tarde la señora decidió ir al patio y encontró un lindo nido que le llamó la atención, subió a ver a los pajarito y ...¡sorpresa!, encontró que su aguja de oro estuvo ahí todo el tiempo.
El Pájaro había tomado el hilo con la aguja para construir su nido.


La señora se sintió muy mal por haber despedido a la única persona que en verdad la cuidaba y la quería.

Nosotros debemos aprender a no juzgar
a las personas antes de saber la verdad,
porque nos podemos equivocar,
y puede ser que esa equivocación nos duela mucho.

¿Cuántas veces hemos destruìdo a alguien por juzgarle apresuradamente?

 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabia anecdota .Debemos abstenernos de juzgar apresuradamente para evitar tener que arrepentirnos de perder a un ser querido .

M@bel_es_azul dijo...

Hola Cecilia; sí la anécdota es conocuda...y las personas que lo hacen tambien puden serlo NO?

Gala dijo...

Juzgamos demasiado rápido las acciones de los demas sin pararnos a pensar si podemos estár equivocados.