viernes, 13 de agosto de 2010

Obligaciones por amor.



Gracia llegó por primera vez a un internado para señoritas, donde iba a permanecer para poder estudiar en un colegio. Cuando se matriculó le dieron un reglamento por el cual las internas debían regir su conducta.

A Gracia le pareció que el reglamento era irrazonable e inadmisible; y, delante de unas compañeras internas, con enojo y en alta voz se dijo: "¿Obedecerlo? ¡Como yo quiera¡" En seguida se fue a su cuarto resuelta a no obedecer algunas de las partes de ese reglamento que a ella le parecía absurdo.

A la hora de la cena, cuando Gracia entró en el comedor, una amiga de ella la presentó con la directora del internado. Cuando se separaron de ésta, Gracia exclamó dirigiéndose a su amiga: "¡Qué mujer tan simpática! ¡Qué sonrisa tan agradable! ¡Sentía yo como que la directora me atraía hacia ella!"

Pasaba el tiempo, y la admiración y el cariño de Gracia para la directora iba aumentando, y sentía y pensaba que debía agradarla. Entonces, con sumisión, y casi sin esforzarse cumplía el reglamento; después, ya sin darse cuenta, con gusto lo cumplía por completo.

Había triunfado el amor a la directora y al internado.


--Autor desconocido.

¿Cuántas veces debemos hacer cosas solo por obligación?
¡Cuánto renegamos por ellas!
Sin embargo si a nuestras actividades diarias les acreditamos una buena dosis de amor y tolerancia sin dudas quedaremos sorprendidos de la cantidad de tareas que hemos hecho... y sin protestos!!

Animate a probarlo, te aseguro que da buenos resultados!!

3 comentarios:

María Laura dijo...

BUENO... HABRÁ QUE PONERLO EN PRACTICA QUE ES LO MAS DIFICIL NO?
BESOTES.

Patricia 333 dijo...

Veras que lo intentare ...

Gracias Mabel ..Y mil disculpas por no pasar antes tengo mucho problema con la coneccion y batallo para entrar ......Un gusto de poder estar aqui en tu Blogg

Besosss

M@bel_es_azul dijo...

Gracias CHicas por comentar!! Besosss

viernes, 13 de agosto de 2010

Obligaciones por amor.



Gracia llegó por primera vez a un internado para señoritas, donde iba a permanecer para poder estudiar en un colegio. Cuando se matriculó le dieron un reglamento por el cual las internas debían regir su conducta.

A Gracia le pareció que el reglamento era irrazonable e inadmisible; y, delante de unas compañeras internas, con enojo y en alta voz se dijo: "¿Obedecerlo? ¡Como yo quiera¡" En seguida se fue a su cuarto resuelta a no obedecer algunas de las partes de ese reglamento que a ella le parecía absurdo.

A la hora de la cena, cuando Gracia entró en el comedor, una amiga de ella la presentó con la directora del internado. Cuando se separaron de ésta, Gracia exclamó dirigiéndose a su amiga: "¡Qué mujer tan simpática! ¡Qué sonrisa tan agradable! ¡Sentía yo como que la directora me atraía hacia ella!"

Pasaba el tiempo, y la admiración y el cariño de Gracia para la directora iba aumentando, y sentía y pensaba que debía agradarla. Entonces, con sumisión, y casi sin esforzarse cumplía el reglamento; después, ya sin darse cuenta, con gusto lo cumplía por completo.

Había triunfado el amor a la directora y al internado.


--Autor desconocido.

¿Cuántas veces debemos hacer cosas solo por obligación?
¡Cuánto renegamos por ellas!
Sin embargo si a nuestras actividades diarias les acreditamos una buena dosis de amor y tolerancia sin dudas quedaremos sorprendidos de la cantidad de tareas que hemos hecho... y sin protestos!!

Animate a probarlo, te aseguro que da buenos resultados!!

3 comentarios:

María Laura dijo...

BUENO... HABRÁ QUE PONERLO EN PRACTICA QUE ES LO MAS DIFICIL NO?
BESOTES.

Patricia 333 dijo...

Veras que lo intentare ...

Gracias Mabel ..Y mil disculpas por no pasar antes tengo mucho problema con la coneccion y batallo para entrar ......Un gusto de poder estar aqui en tu Blogg

Besosss

M@bel_es_azul dijo...

Gracias CHicas por comentar!! Besosss