viernes, 19 de febrero de 2010

Te puede pasar ¿cómo reaccionarías?

Echando un vistazo al menú de un café, una mujer notó que ofrecían, un emparedado de ensalada de pollo y un emparedado de pollo. Decidió ordenar el emparedado de ensalada de pollo, pero distraídamente escribió en la orden emparedado de pollo, ella protestó inmediatamente, insistiendo en que el camarero se había equivocado.

La mayoría de los camareros le habrían mostrado la orden para que viera que ella había cometido el error. Pero él en lugar de lamentar el error, recogió el emparedado, lo llevó a la cocina y un momento después le trajo un emparedado de ensalada de pollo a la mujer.

Mientras se comía el emparedado miró su orden y vio el error que había cometido.
Cuando llegó el momento de pagar, se disculpó con el camarero y ofreció pagar por ambos emparedados. El camarero le dijo: No señora. Todo está bien. Estoy contento de que me haya perdonado por no equivocarme.

Tacto es el arte de llamar la atención sin hacerse de enemigos.

2 comentarios:

Gala dijo...

Tenemos tendencia culpar siempre a los demás sin pensar que somos nosotros los equivocados.
Solo reaccionamos cuando la prueba es evidente.
Estuvo bien por parte de la señora disculparse aunque para los camareros tal vez no sirviera de mucho la disculpa.

Muchos besitos

M@bel_es_azul dijo...

Gala: gracias por tu comentario.
Así es "siempre es el otro el equivocado", pero reconocer un error no ayuda a crecer.
Un beso.

viernes, 19 de febrero de 2010

Te puede pasar ¿cómo reaccionarías?

Echando un vistazo al menú de un café, una mujer notó que ofrecían, un emparedado de ensalada de pollo y un emparedado de pollo. Decidió ordenar el emparedado de ensalada de pollo, pero distraídamente escribió en la orden emparedado de pollo, ella protestó inmediatamente, insistiendo en que el camarero se había equivocado.

La mayoría de los camareros le habrían mostrado la orden para que viera que ella había cometido el error. Pero él en lugar de lamentar el error, recogió el emparedado, lo llevó a la cocina y un momento después le trajo un emparedado de ensalada de pollo a la mujer.

Mientras se comía el emparedado miró su orden y vio el error que había cometido.
Cuando llegó el momento de pagar, se disculpó con el camarero y ofreció pagar por ambos emparedados. El camarero le dijo: No señora. Todo está bien. Estoy contento de que me haya perdonado por no equivocarme.

Tacto es el arte de llamar la atención sin hacerse de enemigos.

2 comentarios:

Gala dijo...

Tenemos tendencia culpar siempre a los demás sin pensar que somos nosotros los equivocados.
Solo reaccionamos cuando la prueba es evidente.
Estuvo bien por parte de la señora disculparse aunque para los camareros tal vez no sirviera de mucho la disculpa.

Muchos besitos

M@bel_es_azul dijo...

Gala: gracias por tu comentario.
Así es "siempre es el otro el equivocado", pero reconocer un error no ayuda a crecer.
Un beso.