
Cierto día salieron a pasear juntas por un lugar, donde se celebraba una hermosa fiesta, la Ciencia, la Fortuna, la Resignación y la Honradez.
En el camino dijo la Ciencia: Amigas, como puede darse el caso de que nos perdamos unas de otras en la fiesta, es bueno convenir el lugar donde podamos encontrarnos de nuevo: a mí podéis encontrarme en la Biblioteca de aquel sabio médico, el doctor X que, como sabéis, es uno de mis viejos y mejores amigos.
La Fortuna dijo: --Yo me iré a esperarlas en el lujoso palacio de aquel poderoso millonario a quien, como sabéis, siempre acompaño.
La Resignación dijo a su vez: --A mí me encontraréis en la pobre y triste choza de aquel viejecito a quien con tanta frecuencia veo, y quien, sin exhalar jamás una queja, ha vivido tantos años sufriendo los horrores de su negra suerte.
Como notasen las compañeras que la Honradez se mantenía callada, le preguntaron: --A ti, amiga, ¿dónde te encontraremos?
La Honradez, bajando tristemente la frente, respondió: -A mí, quien una vez me pierde, difícilmente me vuelve a encontrar.
Todos quedaron en silencio.
--J. R. C.
3 comentarios:
me kedose mudo de tanta verdad vio
NO? enserio logré eso? NO????
Y si...tal cual Mabel...la honradez, junto con sus hermanas vergüenza y humildad, hicieron las valijas y se tomaron el buque hace mucho tiempo de esta sociedad en la que vivimos....el resultado es lo que tenemos.
Un besote grande y buen finde para todos...esperemos sin lluvia...
Norberto
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