La semana pasó y por horarios distintos de trabajo no pudimos vernos nuevamente. Pero cuando llegó el día de su cumpleaños me di cuenta que no habia reparado en comprarle nada y me sentí en falta aunque en ningún momento ella sabía de mi intención.
Por eso, aunque pasaron dos días de su cumple preparé un postre especial para ella. Un pionono bañado en licor de café, lo corté del tamaño de un budín e intercalé capas de pionono con capas de postre de vainilla. Lo cubrí de dulce de leche y lo decoré con rulitos de dulce de leche. La esperé cuando regresara de su trabajo y se lo regalé. No lo esperaba. Se puso muy contenta y se fue agradecida.
Yo me sentí feliz, por un lado agasajarla por su cumpleaños y pora que supiera que alguien se acordó de ella.
¿Y vos, estás demostrando tu aprecio con hechos?
9 comentarios:
No siempre,pero me gusta estar presente de alguna forma,menos cocinando¡
Hola Lidiaazul: bueno encontrarás otras formas seguro!! UN beso.
la verda... No.
si mi memoria no emfalla, si lo hago
Bichicome: ¿cómo lo hacés?
Bac: sos terrible!!
no se si soy o no terrible solo le digo la verdad verdadera y cuando digo la verdad no miento vio
+ x - = -
+ x + = +
- x - = +
- x + = -
tenés razon, si decis la verdad + verdadera es verdad.
ud era profesora de señas mal paga no maetra de matematicas o yo soy el mal pago y usted no que se yo ya me hice bolas vio
Bac: buieno pero no te enoooooojes!
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