miércoles, 5 de agosto de 2009

Reacciones.



**Se cuenta que: El Consejo Inglés de Higiene Industrial llevó a cabo --hace algún tiempo-- el siguiente experimento: Un sicólogo, empleado del citado Consejo, visitó algunas empresas comerciales, industriales y bancarias, diciendo a los empleados, uno por uno: "El jefe quiere hablar con usted." Estas sencillas palabras: "
El jefe quiere hablar con usted", llenaron de inquietante preocupacíon a cuantos las oyeron. Algunos palidecían y se preguntaban: ¿Qué habrá pasado? ¿Qué me querrá decir? ¿Habrá alguna acusación contra mí? ¿Será para decirme que me van a dejar cesante?Si el solo aviso de que el jefe quería hablar con ellos, llenó de angustiosa inquietud a aquellos obreros ingleses.

** Se cuenta que: la reina Elisabet de Inglaterra se sintió en cierta ocasión, airada contra Cristóbal Hatton, Canciller del Imperio; y cuando éste fue a entrevistarse con la soberana, Elisabet le lanzó una mirada que paralizó el corazón del Canciller, quien cayó muerto. Tal cosa le puede suceder a un hombre ante la mirada de una reina.

¿Cuál será nuestra manera de reaccionar cuando se nos pidan cuentas de nuestros actos?

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miércoles, 5 de agosto de 2009

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**Se cuenta que: El Consejo Inglés de Higiene Industrial llevó a cabo --hace algún tiempo-- el siguiente experimento: Un sicólogo, empleado del citado Consejo, visitó algunas empresas comerciales, industriales y bancarias, diciendo a los empleados, uno por uno: "El jefe quiere hablar con usted." Estas sencillas palabras: "
El jefe quiere hablar con usted", llenaron de inquietante preocupacíon a cuantos las oyeron. Algunos palidecían y se preguntaban: ¿Qué habrá pasado? ¿Qué me querrá decir? ¿Habrá alguna acusación contra mí? ¿Será para decirme que me van a dejar cesante?Si el solo aviso de que el jefe quería hablar con ellos, llenó de angustiosa inquietud a aquellos obreros ingleses.

** Se cuenta que: la reina Elisabet de Inglaterra se sintió en cierta ocasión, airada contra Cristóbal Hatton, Canciller del Imperio; y cuando éste fue a entrevistarse con la soberana, Elisabet le lanzó una mirada que paralizó el corazón del Canciller, quien cayó muerto. Tal cosa le puede suceder a un hombre ante la mirada de una reina.

¿Cuál será nuestra manera de reaccionar cuando se nos pidan cuentas de nuestros actos?

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