
De repente aparece el padre del niño preocupado por el niño, viendo este cuadro, los bomberos hacen un último intento, pero las escaleras no podían llegar hasta las paredes del edificio por haber fuego en todas ellas, entonces se escucha los llantos del niño, gritando -
¡Papi! ¡Tengo miedo!El padre lo escucha y llorando le dice: -
¡Hijo! No tengas miedo yo estoy aquí abajo, No tengas miedo.
Pero el niño no lograba verlo:- Papi no te veo, solo veo humo y fuego.
Pero el padre sabe que está ahí en la ventana porque el fuego lo ilumina.-
Pero yo sí te veo, hijo.- Hijo, ¿sabes qué debes de hacer?.
Tírate, que aquí te agarramos todos los que estamos abajo,
¡TÍRATE!
El hijo le dice: - Pero yo no te veo.
El Padre contesta. - Sabes cómo lo debes de hacer, cierra los ojos y lánzate!
El niño dice: - Papi no te veo, pero allá voy!
Y cuando el niño se lanzó abajo, lo rescataron.
Entonces el Padre lo abraza, llora con el hijo, juntos pero muy contentos.
El hijo comprende que hay veces que al Padre no se le ve pero sus palabras son suficientes para confiar en él.
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Reflexion: qué hermoso poder confiar de esta manera.
4 comentarios:
sin animo de hacer reir en serio che me se escapo un lagrimon vio
Perdido,¿por qué me reiría de ese comentario? shhh, no se lo cuentes a nadie, pero a mí me pasó lo mismo!!
Hermoso,y si, yo creo que el Padre siempre esta ahi,mirandote y escuchandote,gracias.-
Pinchita: tal cual, me alegro que te haya gustado.
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