sábado, 22 de noviembre de 2008

Bajá un cambio....

Yo no manejo. Sinceramente lo intenté varias veces, la ultima vez maneje un trayecto bastante importante con mi marido como instructor (No lo recomiendo) , pero al llegar a una avenida muy transitada que debía cruzar para entrar al estacionamiento del edificio donde vivía, sencillamente no pude! Me quedé dura con las manos en el volante petrificada, entregué el mando al instructor y cambié de asiento. Estuve dos o tres días contracturada en toda la zona del trapecio de la tensión que me generó. Una pavada total lo que les cuento; de todas maneras lo voy a volver a intentar sin dudas. Pero el punto era poder enganchar la frase "Bajá un cambio", podríamos decir, "calmate", "tranquilizate", "relajate", pero... la pregunta es ¿cómo? Vivimos en un tiempo donde la velocidad ha tomado el protagonismo. Computadoras con procesadores que vuelan, si le das una órden y tarda 3 segundos te desesperás, cámaras digitales, fotos al instante, celulares con cámara, mp3, mp4, mp5, pendrives, llevamos y traemos información, la recogemos al instante, nuestra cabeza, nuestra mente vuela, nuestro cuerpo... se resiente. Todo debe ser rápido, ya. Hemos perdido, o nos han robado en muchos casos, la capacidad de "Admirar" algo por más de dos minutos. ¿Hace cuanto que no nos sentamos, solamente, sentarnos a ver como atardece? Una propaganda decía hace tiempo, "me tomo cinco minutos, me tomo un té", yo digo: " me tomo una hora, me tomo unos mates mientras veo como atardece", "me tomo quince minutos y reviso las plantas del jardín, o las macetas del balcón" . No es tiempo perdido, es tiempo ganado y aprovechado por el bien de mi alma, de mi vida, de mi familia, de mi propia paz. El día va a continuar, con o sin mi permiso, no me va a esperar, pero tampoco lo voy a correr, porque nunca lo voy a atrapar. Bajar un cambio.
Es difícil, todos estamos metidos en la misma vorágine, en el mismo mundo. Hoy lo voy a intentar otra vez.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Bajá un cambio....

Yo no manejo. Sinceramente lo intenté varias veces, la ultima vez maneje un trayecto bastante importante con mi marido como instructor (No lo recomiendo) , pero al llegar a una avenida muy transitada que debía cruzar para entrar al estacionamiento del edificio donde vivía, sencillamente no pude! Me quedé dura con las manos en el volante petrificada, entregué el mando al instructor y cambié de asiento. Estuve dos o tres días contracturada en toda la zona del trapecio de la tensión que me generó. Una pavada total lo que les cuento; de todas maneras lo voy a volver a intentar sin dudas. Pero el punto era poder enganchar la frase "Bajá un cambio", podríamos decir, "calmate", "tranquilizate", "relajate", pero... la pregunta es ¿cómo? Vivimos en un tiempo donde la velocidad ha tomado el protagonismo. Computadoras con procesadores que vuelan, si le das una órden y tarda 3 segundos te desesperás, cámaras digitales, fotos al instante, celulares con cámara, mp3, mp4, mp5, pendrives, llevamos y traemos información, la recogemos al instante, nuestra cabeza, nuestra mente vuela, nuestro cuerpo... se resiente. Todo debe ser rápido, ya. Hemos perdido, o nos han robado en muchos casos, la capacidad de "Admirar" algo por más de dos minutos. ¿Hace cuanto que no nos sentamos, solamente, sentarnos a ver como atardece? Una propaganda decía hace tiempo, "me tomo cinco minutos, me tomo un té", yo digo: " me tomo una hora, me tomo unos mates mientras veo como atardece", "me tomo quince minutos y reviso las plantas del jardín, o las macetas del balcón" . No es tiempo perdido, es tiempo ganado y aprovechado por el bien de mi alma, de mi vida, de mi familia, de mi propia paz. El día va a continuar, con o sin mi permiso, no me va a esperar, pero tampoco lo voy a correr, porque nunca lo voy a atrapar. Bajar un cambio.
Es difícil, todos estamos metidos en la misma vorágine, en el mismo mundo. Hoy lo voy a intentar otra vez.